viernes, 18 de febrero de 2011

Acústica o de Nácar: Vinoco Dr. Alan García Pérez

"Es mejor ser un honesto descarado que un mentiroso sin vergüenza."
Anónimo

Alan García, como siempre con un ego de su talla hace gala en esta ocasión de un descarado despliegue de pompa, pariendo ahora un vino deluxe nada más y nada menos que con su nombre y su foto, ¿Quién diría no? Cuando pensamos que el colmo de la desfachatez se había dado días antes al escucharlo afirmar que iba a devolver los cinco mil dólares donados supuestamente por la sospechosa familia de los Sánchez Paredes, ahora el presidente sale con una nueva perlita y es que Alan siempre saca conejos del sombrero. ¿Sospechoso no?

Personalmente, encuentro este hecho como algo truculento y descarado, hablar siempre de austeridad, criticar al anterior presidente por su fama de alcohólico whiskero, andar con discursos populistas y contrario a lo que expone, armar tremendos jolgorios en palacio, altamente fariseo el proceder del primer mandatario, jactancioso e incongruente como el solo sabe serlo.

Para los que no están totalmente al tanto de la historia, en el transcurso de esta semana aparecieron ciento veinte botellas de un fino vino de una exclusiva bodega de Mendoza en Argentina, con la cara y el nombre de nuestro presidente, lo más curioso es que ni cancillería, ni el ejecutivo dan razón al respecto y Alan ha salido a decir lo siguiente: “Jamás he adquirido alcohol. Si alguien envía de buen grado su alcohol, es porque quiere ser conocido o tener el honor de que se tome en Palacio”, todo un Chi Jau Kai con su respectiva salsa de ostión. A esto podemos sumar que la bodega productora del referido vino ha manifestado que ellos "jamás regalaron ninguna cantidad de vino al presidente de la República de Perú", entonces ¿Fue acaso Pochita o el Chaman del Norte? ¿Cómo aparecieron estos vinos si se supone que solo cancillería puede adquirir bebidas alcohólicas para servir en cócteles diplomáticos y de etiqueta?

Gustavo Gorriti hace unos días critico lo sucedido con justa razón y es que el discurso dado por el presidente Aprista no tiene ilación con su proceder, sus declaraciones son francamente caraduras y en un país podrido de corrupción impune como el nuestro, situaciones como estas deben ser investigadas pues no podemos hacernos de la vista gorda con respecto a un hecho como este, porque así sea una sola botella de vino o etiqueta azul, eso es materia de una investigación que de como resultado los nombres de los responsables, porque por más pudiente que sea el presidente, no nos ha respondido aun si aquellas ciento veinte exquisiteces con numeración incluida salieron de su billetera o de nuestro monedero. Se necesita saber la verdad.

Temas como estos, que seguramente quedaran en el limbo no deben pasar desapercibidos, porque se debe exigir transparencia en la adquisición de productos por parte del estado, porque se debe respetar la norma, que en este caso solo legitima a cancillería a adquirir esta clase de "delicatessens" y porque por un poco de decencia el presidente debe explicar lo sucedido y dar la cara y esto, no es motivo de brindis.

El plan de Gobierno...no el candidato.

"Cualquier poder, si no se basa en la unión, es débil."
Jean De La Fontaine

Hace unas noches veía bastante interesado una rueda de prensa del candidato de Fuerza Social Manuel Rodriguez Cuadros, sobre algunos temas relacionados al plan de gobierno que presenta a la ciudadanía. Mientras escuchaba las preguntas que los periodistas iban formulando una a una, pensaba que efectivamente la contienda electoral, ya había dado inicio y que en esta ocasión hay que hacer las cosas bien, votar por la mejor propuesta, no por "el mal menor" como en la elección anterior, en ese instante paso por mi mente una interrogante importante y de carácter vinculante para todos los peruanos y es que como ciudadanos ¿Nos hemos puesto a pensar realmente en los problemas de nuestra ciudad, de nuestro país y de nuestra gente? Pregunta de siempre que pese a todo a título personal creo no haberme sentado a analizar concienzudamente y es eso lo que me lleva a escribir este nuevo artículo, a puertas de unos candentes comicios, buscando (quizá románticamente) respuesta a inquietudes como la formulada líneas arriba, tratando aunque sea de manera prosaica, mostrar algunas posturas al respecto y es así que estamos frente a la pantalla del ordenador otra vez.

Durante los últimos diez años los que nacimos a fines de los ochenta y que llegamos al nuevo milenio con algo de conciencia sobre la realidad nacional hemos vivido un auge económico y cultural impropio a la idea tercermundista con la que nos habían criado, arraigada en el argot popular, en la mesa familiar e incluso en las rutina escolar. Ciertamente yo crecí con frases como "somos unos subdesarrollados", "que tales sinvergüenzas" y la clásica "estamos en el Perú y aquí hacemos lo que queremos". Estas frases ciertamente formaron parte de mi niñez las escuche en la calle, en reuniones familiares, en el colegio y en el barrio, siempre la misma verborrea ridícula y conformista, acompañada con la idea de que Estados Unidos es el cielo en la tierra y que si algún familiar te mandaba algo, un par de zapatillas o algún polo con la cara de Mickey Mouse, eso imponía la pauta entre los que te rodeaban, ese era el Perú de los años noventa, una década entrañablemente mediocre, con una infancia feliz pero plagada de irregularidades sociales, corrupción y mucha pero mucha criollada.

Con el pasar del tiempo, los niños de los noventa crecimos y nos volvimos hombres y mujeres en su mayoría académicos de universidad, de aquella élite estudiantil que dio inicio a su vida adulta con una aterradora indiferencia por los problemas sociales y culturales que aquejaban y aquejan aun a nuestro país, hoy por hoy muchos de nosotros hemos madurado en sustanciales aspectos y alzamos la mirada de jóvenes profesionales y cuasi-profesionales con la intención de cambiar en algo esta situación de incertidumbre, de falsas promesas, de populismo barato y sobre todo de ocultismo con respecto a la verdadera situación de nuestro país, aquel elefante blanco que no debe tropezar, porque eso implica nuestro retroceso y eso es lo que debemos buscar evitar y esa es nuestra misión y nuestro deber como el futuro del Perú. Este año muchos votan por primera vez y es necesario que conozcan algunos aspectos importantes para poder identificar al mejor candidato, para eso haré un análisis sobre algunos puntos que a criterio personal resultan trascendentales a fin de tener un margen mínimo de irresponsabilidad electoral en los próximos comicios.

Como ya he mencionado, estamos ad-portas de las elecciones presidenciales y lo que nos compromete este diez de abril es elegir la mejor propuesta, no el mejor candidato ni el que nos cae bien ni el más populista, recordemos que votar apasionada y sentimentalmente es lo que nos lleva e errar ante la cédula de sufragio, algo que no podemos permitirnos ante tamaña responsabilidad, la objetividad es lo primordial a tener en cuenta el día de la votación.

El llegar a ser presidente implica una buena campaña y esta idea a su vez abarca la noción de hacer propuestas coherentes y aplicables en el espacio tiempo que implica un periodo de gobierno en el poder ejecutivo, lo sustancial radica en la rentabilidad de las propuestas y su materialización a corto y mediano plazo, con políticas aplicables a todos los estratos sociales, en especial a los que menos tienen. El ataque entre candidatos es inaceptable. Como electores debemos esperar un plan de gobierno acorde al desarrollo del país, sustentable en los plazos establecidos, con estabilidad y vigencia a futuro, eso es lo verdaderamente importante.

Leer el plan de gobierno antes de elegir al candidato es de carácter necesario para votar correctamente y es de hecho una ardua tarea, pero si realmente nos sentimos comprometidos con nuestro país y su futuro, debemos tomar plena conciencia de nuestros actos a la hora de votar, y una manera fácil y accesible a la información de las propuestas electorales es leer el plan de gobierno en los portales web de los diferentes partidos políticos y sus candidatos.

La elección de miembros del poder Legislativo no está libre de observancia obligatoria por parte del pueblo, el elegir correctamente a nuestros representantes al congreso es tan importante como elegir un presidente, para esto definitivamente tenemos que tener en claro dos puntos; trayectoria política en caso sea reelección y plan legislativo desarrollable en el ejercicio de sus funciones. Es bastante complicado encontrar antecedentes de la vida de los nuevos candidatos a un curul, sin embargo podemos analizar sus propuestas y esto nos dará alguna idea del trabajo que podría desarrollar para el país.

Es importante tener conciencia electoral, el grupo social que representamos es privilegiado en comparación al común denominador de los Peruanos, tenemos una misión importante este año, debemos votar con una visión a futuro, he podido conversar con muchos compañeros y amigos, gente muy preparada pero que lamentablemente vota única y exclusivamente por la cara que ven en los grandes paneles de las principales avenidas de nuestra ciudad capital. Debemos tomar el sufragar como un deber, no como una obligación, nuestro compromiso no es con los partidos políticos ni con sus principales representantes, es con nuestro pueblo y su porvenir. Votemos con conciencia, votemos con responsabilidad, hagamos esto por nosotros y aquellos que no tienen los privilegios de los que gozamos, estas son elecciones muy importantes, pues definirán si seguimos por el rumbo correcto, como creo que vamos encaminados, o regresamos a aquellas épocas de miseria y subdesarrollo que nos revestían con el uniforme de "país tercermundista" del que sin perjuicio a equivocarme estamos tan hartos. Votemos por el fin de la corrupción en todos sus niveles, votemos por los niños y los ancianos y finalmente con inteligencia, votemos por el Perú.